Conferencia:
Tiempo Libre
y Vida Cotidiana.
Congreso
Mundial de Tiempo Libre- 1998
WLRA- San Pablo
– Brasil
Avance.
Constantemente
se relacionan el tiempo libre y la recreación como dos cosas que van o deben ir
de la mano. Se le adjudica al tiempo libre el papel de reducto único de la
recreación y a su vez se le condiciona en tanto debe ser un tiempo constituido
por características que garanticen la libertad plena. De hecho, solemos caer en
una auto-trampa al querer ser tan críticos con el sistema social imperante, que
nos plantea un tiempo libre solo para descansar y realizar actividades y
acciones alienantes, que reproducimos la misma lógica liberal que criticamos al
intentar decir lo que se debe hacer para ser libres.
El tiempo libre tiene un carácter tan subjetivo que
podría decirse que hay tantos tiempos libres como cada persona que habita este
planeta. Así a continuación desarrollamos una concepción del tiempo libre en el
marco del tiempo social, configurándolo como un tiempo propio que dedicamos a
nosotros mismos en relación con los demás y con la naturaleza que nos rodea.
Desarrollo.
Al hablar de
tiempo libre nos remite inmediatamente a la noción de un tiempo social,
constituyente de lo que denominamos vida cotidiana. Entendemos a esta como el
tiempo y el espacio donde aparecen de forma inmediata las relaciones que los
sujetos mantienen entre sí y con el entorno que los rodea en función de sus
necesidades.
“Es la
manifestación inmediata en un tiempo, en un ritmo y en un espacio de las
complejas relaciones que regulan la vida de los sujetos en una época histórica
determinada” (Pichón Riviere). Siguiendo a Pichón, podemos distinguir en la
vida cotidiana tres regiones en donde se desarrollan las relaciones y
satisfacen las necesidades antes mencionadas, estas regiones son: el trabajo,
la familia/ lo íntimo[i]
y el tiempo libre. Cada una de ellas tiene sus particularidades en las que
emergen distintas necesidades, se satisfacen y se desarrollan acciones
diferentes entre sí. Es en nuestro recorrido por las mismas que construimos
nuestra subjetividad. Ninguna va en detrimento de la otra, las tres regiones
están articuladas y se complementan permanentemente.
Esa porción de tiempo, que denominamos libre será
aquella desde donde realizar, a nuestro criterio, una crítica, un cambio en lo
cotidiano desde la misma realidad de los sujetos. Dada esta condición creemos
que la Recreación es una de las propuestas posibles y pertinentes a
desarrollarse en este tiempo tanto individual como colectivamente.
En el sistema en que vivimos encontramos que los
condicionamientos externos son múltiples y nos atraviesan permanentemente
haciendo que se repitan conductas y acciones en todas las esferas de nuestra
vida. De hecho, podemos decir que la opción que cada uno hace de sus
actividades sólo revela por momentos una libertad ilusoria. La influencia del
orden social intenta con eficacia, que las conductas de los individuos en el
marco de una organización estructurada, se den dentro de lo permitido y lo
conocido.
Cotidiana y
culturalmente denominamos libre a esa parte/ porción del tiempo que queda
después de las obligaciones laborales, educativas y familiares.
Si nos detuviéramos por un momento a analizar este
hecho nos sorprendería notar que concretamente ese tiempo más que libre es “desocupado, liberado de, a llenar”,
donde se permiten o esta solamente bien vistas, vaya a saber por el ojo de quien
y con qué permiso, aquellas acciones que son significativas y “útiles “para el
sistema social imperante.
Dese nuestra perspectiva creemos que de lo que se
trata es que esa porción de tiempo sea en el cual la práctica de la libertad
este permanentemente en juego entre los condicionamientos exteriores y las
necesidades internas de los sujetos, donde el grado de autonomía de la rutina
cobre su nivel más alto.
El sentido de un tiempo vivido como propio,
donde el protagonismo del sujeto sea consciente será lo que marque la
distinción.
Tener un tiempo propio no consistirá en estar a
disposición de ese tiempo, sino en poder disponer uno mismo de este sin
restricciones impuestas desde el exterior, desde una visión alternativa y
saludable que facilite la participación y la ciudadanía activa. El tiempo libre
será aquel donde realmente sea posible ejercer la libertad de manera consciente
y se constituya como una vivencia protagónica, ética, estética y política.
En concreto
proponemos no un tiempo libre sino un sujeto libre en el tiempo y constructor
de su propio tiempo.
Bibliografía
consultada:
Enrique Pichon Riviere y Ana Pampliega de
Quiroga.Psicología de la Vida Cotidiana.
Ediciones Nueva Visión- Argentina 1985
J. Antonio Merino. Humanismo
Franciscano- Franciscanismo y Mundo Actual.
Ediciones Cristiandad- Madrid 1982.